viernes, 23 de octubre de 2009
Libros sobre la Guerra Civil Española
Es ingente la cantidad de bibliografía existente sobre este tema. Superadas ya las muy distantes versiones, apologéticas franquistas unas y exacerbadamente izquierdistas otras (véase bibliografía franquista durante la Dictadura y la bibliografía de la editorial Ruedo Ibérico durante el postfranquismo y Transición) pasamos a un revisionismo actual el cuál promueve una polémica historiográfica inexistente en el fondo pero que ayuda a lanzar con más fuerza comercial un título u otro.
Básicamente, la versión conservadora actual de la Guerra Civil trata de explotar entre otros puntos:la versión del inicio de la guerra civil en la revolución de Asturias de 1934,la responsabilidad y malignidad de todo el Estado republicano en el caso de los asesinatos de Paracuellos del Jarama, la maldad premeditada de Juan Negrín a la hora de acabar con Andreu Nin y el POUM, la sumisión del citado Negrín al Partido Comunista y la URSS, ensalzar el modo de conducir la guerra de Franco, el peligro comunista durante la Segunda República anterior al conflicto armado, la gran cantidad de material recibido por la República de parte de la URSS, el supuesto despilfarro del oro de Moscú, las checas secretas comunistas etc....
Por parte de los historiadores progresistas o de talante prorrepublicano se hace hincapié sobre todo en los siguientes puntos: la mediocridad militar de Franco,la ponderación de la ayuda recibida por el bando rebelde declarandola determinante para la victoria franquista, destacar el valor miliciano y civil,destacar el valor de la mujer en el bando republicano en cualquiera de sus aspectos,destacar las masacres franquistas de Badajoz y Guernica,el dolor y la magnitud del exilio republicano tras el conflicto etc....
A continuación voy a reseñar unos libros sobre la contienda, dejando para otro post posterior la reseña en profundidad de mis dos libros favoritos en torno al conflicto cuyos titulos me reservo de momento.
En "LA BATALLA DE MADRID", el autor, Jorge M.Reverte nos retrata un fresco sobre la batalla citada (la más famosa junto a la Batalla del Ebro)en el cual nos mezcla un estilo de novela, con tintes de testimonio personal de algunos coetáneos al evento, y todo ello a su vez aliñado (disculpadme el lenguaje gastronómico pero es la forma más acertada de retratar este libro a mi parecer)con un profundo academicismo y dominio de fuentes (algunas inéditas hasta la llegada de este libro)y con una guinda estupenda de historia militar en forma de partes de guerra de cada uno de los bandos al final de cada dia relatado por Reverte. La estructura es de diario de guerra (aunque no escribe sobre todos los dias de la batalla). El autor nos comenta que ha excluido las batallas de Jarama y de Guadalajara porque aunque están militarmente relacionadas con el asalto franquista a Madrid no tienen el espíritu de ciudad asediada por legionarios y moros franquistas que él quiere describir. Libro rico en detalles y ameno pero demasiado recargado para quienes desean hacer sus primeras lecturas en torno a la Guerra Civil.
En la " BATALLA DEL EBRO",el autor, Jorge M. Reverte nos inaugura un estilo que calcará al milimetro en su posterior obra "LA BATALLA DE MADRID" que acabo de reseñar. El interés de este libro radica en el cambio de escenario. Ahora no hablamos de una fuerza aguerrida de legionarios, moros, falangistas y militares franquistas al ataque de la ciudad de Madrid; ahora se trata de un choque de titanes entre el ejercito franquista que ya ha conquistado la cornisa cantábrica y dividido el territorio republicano en dos por Vinaroz(Castellón) y el Ejercito Popular de la República que echa toda la carne en el asador con su recién recibido material ruso para demostrar a Franco y a las democracias parlamentarias que la República no está vencida. El interés del libro radica en que nos traslada del frente de batalla a los despachos de las sedes diplomáticas republicanas y a las gestiones de Negrín por gran parte de Europa de una manera integradora, como si de un todo se tratara.
En " LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA" Pierre Vilar nos muestra un equilibrio perfecto entre erudición y aunténtica síntesis (el libro tiene 175 páginas). No profundiza en demasía en ningún aspecto pero apenas se deja alguno de ellos por tratar. Destaca en interés el principio y el final del libro. En el principio hace una reflexión en torno al debate del origen del conflicto y si fué posible evitarlo y para ello nos pone de ejemplo las obras de dos políticos republicanos tituladas "NO FUÉ POSIBLE LA PAZ" (de Jose María Gil Robles)y " LA PAZ FUÉ POSIBLE" (de Joaquín Chapaprieta). Pero lo mejor del libro a mi juicio son las reflexiones finales del autor en las cuales culpa a su país (Francia) de haber prestado una ayuda insuficiente y zafia a la República además de recordarle al ciudadano francés, que los tanques que liberarosn París de los nazis en agosto de 1944 tenían escritos en su blindaje nombres como Ebro, Guadalajara, Jarama... (nombres de batallas en donde la República se batió con mejores resultados)y ello se debía a que eran soldados republicanos exiliados los que ayudaban a liberar a Francia del yugo nazi, justo lo que Francia se negó a hacer con España unos años antes.La parte más árida del libro es aquella que hace mención a los temas internos de Cataluña, región a la que el autor está vinculado en lo personal y en lo académico y que le quita un poco de visión de conjunto a la obra.
En " JUAN NEGRÍN. LA REPÚBLICA EN GUERRA", el autor del libro, Ricardo Miralles somete a Juan Negrín a una análisis biográfico, político,histórico y científico desconocido hasta el momento y es el primer historiador que se ha atrevido a quitar basura de encima de un personaje que últimamente está siendo reivindicado y siendo puesto en el lugar que la Historia de España le ha negado hasta ahora.La principal premisa sobre la que trabaja Miralles es la de deshacer el mito de la sumisión del personaje al PCE y a las directrices de la URSS. Recientemente, un gran historiador como es Angel Viñas ha afirmado tras estudiar fuentes y archivos de medio mundo acerca del conflicto civil que Juan Negrín mandaba y arrastraba al PCE y no al revés. Otra cosa, añado yo a título personal, es que los más de 700 asesores rusos en todas las materias militares y demás combatientes de origen ruso no hicieran algunas cosas a espaldas de Negrín por orden directa y secreta de Stalin. Al enterarse de dichos asuntos Negrín poco o nada podía hacer contra el único país que ayudó de verdad a la República militarmente. Pero es bien sabido, que tanto el anterior jefe de gobierno republicano (Largo Caballero) como Negrín jamás dejaron que los asesores soviéticos condujeran las operaciones militares y si los combatientes comunistas ocupaban un lugar destacado era precisamente por su absoluta fidelidad a Negrín y su fe en la resistencia a ultranza en la mayoría de operaciones militares. Nos destaca Miralles el capítulo de las relaciones de Negrín con Azaña (Jefe del Estado)las cuales pasaron del más puro entendimiento en todos los aspectos a un distanciamiento brutal (aunque guardando las formas) por los intentos de uno por resistir hasta el final y los intentos del otro por mediar y acabar cuanto antes con la guerra aunque eso significara servir la victoria militar a Franco en bandeja. Este libro es un aperitivo de lo que se avecina ya que recientemente , la familia y descendientes de Negrín han accedido a la apertura de los archivos personales del personaje. Lo más original del libro me parece la parte científica de Negrín quien en plena contienda era capaz de abstraerse y escribir conferencias y asistir a congresos de Bioquímica e Histología en Europa como buen Bioquímico y discípulo de Cajal que era.El libro pues, no es para principiantes ni para aquellos que no estén dispuestos a asumir que Negrín no era el lacayo de Stalin del bando republicano
En "VICENTE ROJO, EL GENERAL QUE HUMILLÓ A FRANCO" Carlos Blanco nos rescata del olvido histórico e historiográfico a este personaje (ya comentado en mi último post). Lo mejor del libro a mi modo de ver es el análisis del mundo militar español desde principios del siglo XX hasta el inicio de la contienda. Nos habla del enfrentamiento de dos corrientes mayoritarias en el militarismo español como son los "africanistas" (futuros integrantes en su mayoría en el golpe de estado del 17 de julio de 1936 y de la Unión Militar Española o UME) y los que yo llamaría "civilistas" (futuros defensores de la República y núcleo de la Unión de Militares Republicanos y Antifascistas o UMRA). El libro nos retrata someramente la vida del general Rojo para centrarse más específicamente en sus dotes como docente, estudioso de temas militares y gran estratega de la República en guerra. Nos destapa la tentación de Rojo de ingresar en el PCE (por su moderación política y revolucionaria asi como su disciplina en la lucha y sometimiento al gobierno republicano), su catolicismo prácticante, su desconocido exilio y su vuelta a España. Un gran libro para un gran olvidado.
Por último, quiero reseñar el libro "FALACIAS DE LA GUERRA CIVIL" del mismo autor, Carlos Blanco. En él nos derrumba varios mitos comúnmente aceptados por la historiografía franquista y que empiezan a ser revisados en los últimos años siendo este libro una muestra de ello.Nos habla Blanco de la falsedad del peligro comunista que tanto sirvió de excusa para los franquistas para sublevarse y nos recuerda que los documentos que se atribuían al PCE y a soviéticos encubiertos en España en los cuales se planeaba una toma del poder y la instauración de un "soviet español" son declarados falsos por todos los historiadores (tanto españoles como extranjeros) excepto por los apologetas franquistas del momento. Nos destaca Blanco el papel destacado de personajes de segunda línea en el levantamiento militar pero indispensables en el mismo, tales como Valentín Galarza (teniente coronel monárquico que actuaba de enlace entre altos militares conspiradores en Madrid)y Santiago Martín Báguenas (comisario y antiguo subordinado de Mola en la Dirección General de Seguridad). Nos hace hincapié Blanco en que el material recibido de la URSS por parte de la República siempre fué en menor cantidad y regularidad que el recibido por Franco de las potencias fascistas, siendo este un punto siempre negado por los historiadores profranquistas. Nos demuestra con cierta lógica el autor cómo a diferencia de lo que Franco decía, sin la ayuda de los Junkers alemanes y Savoia italianos llegados el 24 de julio al norte de Africa no le hubiera sido posible pasar apenas tropas a la Península y por ello imposible no iniciar una guerra sino que ni siquiera hubiera podido mantener un golpe de Estado mas de unos dos dias.
Me dejo en el tintero el comentario de más libros sobre la Guerra Civil destacando dos buenas obras de conjunto como son "LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA" de Hugh Thomas y "LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA" de Antony Beevor.
No obstante quedo al servicio de mis queridos lectores para resolver o ampliar cualquier aspecto del post.
miércoles, 14 de octubre de 2009
General Vicente Rojo Lluch
En respuesta a mi amigo y profesor Felipe Sigüenza Tarí quien me pidió en su dia un post sobre un aspecto desconocido de la Segunda República o de la Guerra Civil: He de comenzar diciendo que no hace falta rebuscar demasiado para encontar temas o personajes poco o nada tratados sobre ese periodo. Miré varios candidatos a post y al final no me decidía entre la talla literaria y académica de Manuel Azaña o la importancia militar y talla intelectual de Vicente Rojo. Finalmente me he decidido por el segundo personaje, dejando el primero para un próximo post.
Advierto previamente que mi post no pretende aportar nada a su biografía y que quien desee saber rápidamente algo sobre este personaje puede hacerlo a través de Wikipedia, cuyo artículo sobre Vicente Rojo es bastante interesante. Mi intención es resaltar aquellos puntos biográficos más interesantes y fácilmente enlazables con temas de la Guerra Civil asi como añadir algún dato poco o nada conocido sobre el personaje.
Vicente Rojo Lluch nació en Fuente La Higuera (Valencia) en 1894 y provenía de familia de militares, lo cual, unido a la carestía familiar le empujó a seguir la tradición familiar e ingresó como cadete en la Academia de Infantería de Toledo de la cuál salió en el puesto 4 de casi 400 cadetes. Tras salir de la Academia se marchó un tiempo a Marruecos y en 1922 volvió a la Academia de Infantería pero como docente y es entonces cuando Rojo empieza a despuntar como militar modélico.
Ya en sus tiempos de cadete leyó el libro " Los cadetes" de los profesores Ibañez y Angulo los cuales en dicha obra trataban de imbuir a los estudiantes un espíritu de ejército sometido al deseo del pueblo y al poder gubernamental, desechando de este modo el papel de ejército vigilante de dicho poder. Se trataba de crear un ejército moderno, no solo en lo táctico y en lo material sino también en lo ideológico. He de añadir, que dicha idea chocaba de lleno con la filosofía de los militares africanistas que practicaban su particular guerra colonial en Marruecos y que tan arropado tenían a nuestro complacido monarca Alfonso XIII. Militares africanistas destacados serían Franco, Millán Astray, Yagüe, Mola etc...;casualmente los contrincantes de Rojo en la posterior Guerra Civil.
Como docente, Rojo creó junto a Emilio Alamán, su amigo y compañero más querido, la que se llamó Colección Bibliográfica Militar, revista mensual que se obtenía por suscripción y que alcanzó gran éxito y tirada. En ella se continuaba la idea de Ibañez y Angulo y se informaba sobre tácticas y métodos de los más modernos ejércitos europeos del momento. He de apuntar una curiosidad, y es que poco tiempo despúes, en pleno conflico civil, Alamán y Rojo coincidieron en el campo de batalla. Alamán como defensor del Alcázar de Toledo y Rojo como atacante del mismo. Es más, ambos conversaron durante unos instantes acerca de la rendición del mismo, cosa que no ocurrió.
En febrero de 1936, Vicente Rojo recibe el triunfo del Frente Popular siendo nombrado comandante y llega a octubre de 1937 siendo general y no solo eso sino que, siendo todavia coronel ya era Jefe del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas y Jefe del Estado Mayor del E jército de Tierra. Para los no entendidos en terminología militar esto significa ser el Jefe del ejército de la República estando solo por debajo del Ministro de la Guerra, del Presidente del Gobierno y del Presidente de la República. Anteriormente a esto ya había sido la mano derecha del general Miaja en la defensa de Madrid donde hizo gala de su poder organizador llegando a ganarse el respeto de propios y extraños.
El tema de los rápidos ascensos en el ejército es un controvertido tema ya que mucho antes de la guerra se produjeron tensiones dentro de la institución castrense debido a los rápidos ascensos por méritos de guerra (no siempre demostrables), los cuales dejaban en la más completa humillación a quienes esperaban su ascenso por antigüedad. Con Primo de Rivera se intentó crear una comisión que supervisara estos ascensos pero quedó en papel mojado hasta la reforma militar de Manuel Azaña en el bienio reformador republicano (1931 -1933).
Durante la propia Guerra Civil, este tema estuvo más vigente que nunca en ambos bandos. Me explico.
En el bando sublevado, había escasez de mandos intermedios, hilos conductores entre la oficialidad y los suboficiales y tropa. Por ello se creó el cuerpo de alféreces provisionales. Para ingresar en las academias de alféreces solo se exigía el título de bachiller elemental y pasar un cursillo de 24 dias. Posteriormente fué de 30 dias. Este cursillo asi como sus requisitos de entrada, duración y compromisos se fueron modificando siguiendo la evolución de la contienda. Lo más destacado fué el hecho de que Falange y los carlistas trataron de crear sus propias academias de alféreces provisionales a lo que Franco se opuso con su arrollador talante unificador.
En el bando republicano, hacían falta oficiales preparados y se encontró en el entusiasmo de muchos milicianos un saco enorme de candidatos. Grandes jefes republicanos de demostrada valía venían directamente de la vida civil y miliciana. Destacan Cipriano Mera, Valentín Gonzalez, Durruti, Enrique Líster etc...; pero el paradigma de formación militar republicana lo representa el Quinto Regimiento, auspiciado por el PCE y que formó tanto tropa como oficiales.De igual modo, en el campo republicano se crearon, no sin cierta improvisación las llamadas Escuelas Populares de Guerra. Los aviadores republicanos eran enviados en su mayoía seis meses a Rusia y unos pocos de ellos a Francia.
Pero volvamos a la figura de Rojo quien planteó diversas batallas para frenar el empuje de Franco y que sobre el papel son dignas de elogio táctico. Jarama, Guadalajara, Brunete, Belchite, Teruel y Ebro son algunas batallas en las que Rojo ejerció de planificador, y aunque algunas acabaron en tablas o en lentas derrotas no debe achacarse a Rojo sino a la complejidad y fallos de organización de la compleja maquinaria militar republicana que hubo de montar un ejército partiendo casi desde cero y que aún logró tres años de tiempo para evitar que la causa republicana pereciese.
Tras la caída de Cataluña en febrero de 1939, Rojo se exilió un corto tiempo a Francia y partió hacia Buenos Aires pero fué en Bolivia en donde de 1943 a 1945 dió clases en la Escuela de Estado Mayor reconociéndosele el grado de general del ejército español.
En 1957 se le permite volver a España en donde finalmente es indultado de una cadena perpetua que pesaba sobre él como "auxiliador de la rebelión"(es decir, auxiliador a la rebelión republicana frente al Movimiento). Es conocida la frase de Franco sobre el expediente de Rojo , en el cual hay escrito de puño y letra del Dictador "negar el pan y la sal". A todo ello, militarmente solo se le reconocía como ex- comandante del ejército republicano (graduación anterior al Alzamiento) y solo recibió a su muerte en Madrid en junio de 1966 unos escuetos comentarios en algunos periódicos del régimen, así como un pequeño reconocimiento de un reducido grupo de militares franquistas que alabaron su valía como militar.
Vicente Rojo escribió tres libros fundamentales y son "Alerta los pueblos" (1939), "España Heroica"(1961) y " Así fué la defensa de Madrid" (1967).
Sobre su figura destaco dos libros magníficos. " Vicente Rojo, retrato de un general republicano" de Jose Andrés Rojo, y " Vicente Rojo, el general que humilló a Franco" de Carlos Blanco Escolá.
Quedan muchas cosas que decir de Vicente Rojo. Sólo tres apuntes cortos, los cuales cada uno de ellos por separado darían para muchos artículos. El primer apunte, es que Vicente Rojo, general jefe del ejército "rojo" siempre fué católico practicante. El segundo apunte es que se le estudia en West Point (EEUU) en el apartado de táctica y defensa. El tercer apunte es que está considerado en el mundo de los historiadores militares como el mejor militar español del siglo XX y de los mejores de la historia de nuestro país.
Advierto previamente que mi post no pretende aportar nada a su biografía y que quien desee saber rápidamente algo sobre este personaje puede hacerlo a través de Wikipedia, cuyo artículo sobre Vicente Rojo es bastante interesante. Mi intención es resaltar aquellos puntos biográficos más interesantes y fácilmente enlazables con temas de la Guerra Civil asi como añadir algún dato poco o nada conocido sobre el personaje.
Vicente Rojo Lluch nació en Fuente La Higuera (Valencia) en 1894 y provenía de familia de militares, lo cual, unido a la carestía familiar le empujó a seguir la tradición familiar e ingresó como cadete en la Academia de Infantería de Toledo de la cuál salió en el puesto 4 de casi 400 cadetes. Tras salir de la Academia se marchó un tiempo a Marruecos y en 1922 volvió a la Academia de Infantería pero como docente y es entonces cuando Rojo empieza a despuntar como militar modélico.
Ya en sus tiempos de cadete leyó el libro " Los cadetes" de los profesores Ibañez y Angulo los cuales en dicha obra trataban de imbuir a los estudiantes un espíritu de ejército sometido al deseo del pueblo y al poder gubernamental, desechando de este modo el papel de ejército vigilante de dicho poder. Se trataba de crear un ejército moderno, no solo en lo táctico y en lo material sino también en lo ideológico. He de añadir, que dicha idea chocaba de lleno con la filosofía de los militares africanistas que practicaban su particular guerra colonial en Marruecos y que tan arropado tenían a nuestro complacido monarca Alfonso XIII. Militares africanistas destacados serían Franco, Millán Astray, Yagüe, Mola etc...;casualmente los contrincantes de Rojo en la posterior Guerra Civil.
Como docente, Rojo creó junto a Emilio Alamán, su amigo y compañero más querido, la que se llamó Colección Bibliográfica Militar, revista mensual que se obtenía por suscripción y que alcanzó gran éxito y tirada. En ella se continuaba la idea de Ibañez y Angulo y se informaba sobre tácticas y métodos de los más modernos ejércitos europeos del momento. He de apuntar una curiosidad, y es que poco tiempo despúes, en pleno conflico civil, Alamán y Rojo coincidieron en el campo de batalla. Alamán como defensor del Alcázar de Toledo y Rojo como atacante del mismo. Es más, ambos conversaron durante unos instantes acerca de la rendición del mismo, cosa que no ocurrió.
En febrero de 1936, Vicente Rojo recibe el triunfo del Frente Popular siendo nombrado comandante y llega a octubre de 1937 siendo general y no solo eso sino que, siendo todavia coronel ya era Jefe del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas y Jefe del Estado Mayor del E jército de Tierra. Para los no entendidos en terminología militar esto significa ser el Jefe del ejército de la República estando solo por debajo del Ministro de la Guerra, del Presidente del Gobierno y del Presidente de la República. Anteriormente a esto ya había sido la mano derecha del general Miaja en la defensa de Madrid donde hizo gala de su poder organizador llegando a ganarse el respeto de propios y extraños.
El tema de los rápidos ascensos en el ejército es un controvertido tema ya que mucho antes de la guerra se produjeron tensiones dentro de la institución castrense debido a los rápidos ascensos por méritos de guerra (no siempre demostrables), los cuales dejaban en la más completa humillación a quienes esperaban su ascenso por antigüedad. Con Primo de Rivera se intentó crear una comisión que supervisara estos ascensos pero quedó en papel mojado hasta la reforma militar de Manuel Azaña en el bienio reformador republicano (1931 -1933).
Durante la propia Guerra Civil, este tema estuvo más vigente que nunca en ambos bandos. Me explico.
En el bando sublevado, había escasez de mandos intermedios, hilos conductores entre la oficialidad y los suboficiales y tropa. Por ello se creó el cuerpo de alféreces provisionales. Para ingresar en las academias de alféreces solo se exigía el título de bachiller elemental y pasar un cursillo de 24 dias. Posteriormente fué de 30 dias. Este cursillo asi como sus requisitos de entrada, duración y compromisos se fueron modificando siguiendo la evolución de la contienda. Lo más destacado fué el hecho de que Falange y los carlistas trataron de crear sus propias academias de alféreces provisionales a lo que Franco se opuso con su arrollador talante unificador.
En el bando republicano, hacían falta oficiales preparados y se encontró en el entusiasmo de muchos milicianos un saco enorme de candidatos. Grandes jefes republicanos de demostrada valía venían directamente de la vida civil y miliciana. Destacan Cipriano Mera, Valentín Gonzalez, Durruti, Enrique Líster etc...; pero el paradigma de formación militar republicana lo representa el Quinto Regimiento, auspiciado por el PCE y que formó tanto tropa como oficiales.De igual modo, en el campo republicano se crearon, no sin cierta improvisación las llamadas Escuelas Populares de Guerra. Los aviadores republicanos eran enviados en su mayoía seis meses a Rusia y unos pocos de ellos a Francia.
Pero volvamos a la figura de Rojo quien planteó diversas batallas para frenar el empuje de Franco y que sobre el papel son dignas de elogio táctico. Jarama, Guadalajara, Brunete, Belchite, Teruel y Ebro son algunas batallas en las que Rojo ejerció de planificador, y aunque algunas acabaron en tablas o en lentas derrotas no debe achacarse a Rojo sino a la complejidad y fallos de organización de la compleja maquinaria militar republicana que hubo de montar un ejército partiendo casi desde cero y que aún logró tres años de tiempo para evitar que la causa republicana pereciese.
Tras la caída de Cataluña en febrero de 1939, Rojo se exilió un corto tiempo a Francia y partió hacia Buenos Aires pero fué en Bolivia en donde de 1943 a 1945 dió clases en la Escuela de Estado Mayor reconociéndosele el grado de general del ejército español.
En 1957 se le permite volver a España en donde finalmente es indultado de una cadena perpetua que pesaba sobre él como "auxiliador de la rebelión"(es decir, auxiliador a la rebelión republicana frente al Movimiento). Es conocida la frase de Franco sobre el expediente de Rojo , en el cual hay escrito de puño y letra del Dictador "negar el pan y la sal". A todo ello, militarmente solo se le reconocía como ex- comandante del ejército republicano (graduación anterior al Alzamiento) y solo recibió a su muerte en Madrid en junio de 1966 unos escuetos comentarios en algunos periódicos del régimen, así como un pequeño reconocimiento de un reducido grupo de militares franquistas que alabaron su valía como militar.
Vicente Rojo escribió tres libros fundamentales y son "Alerta los pueblos" (1939), "España Heroica"(1961) y " Así fué la defensa de Madrid" (1967).
Sobre su figura destaco dos libros magníficos. " Vicente Rojo, retrato de un general republicano" de Jose Andrés Rojo, y " Vicente Rojo, el general que humilló a Franco" de Carlos Blanco Escolá.
Quedan muchas cosas que decir de Vicente Rojo. Sólo tres apuntes cortos, los cuales cada uno de ellos por separado darían para muchos artículos. El primer apunte, es que Vicente Rojo, general jefe del ejército "rojo" siempre fué católico practicante. El segundo apunte es que se le estudia en West Point (EEUU) en el apartado de táctica y defensa. El tercer apunte es que está considerado en el mundo de los historiadores militares como el mejor militar español del siglo XX y de los mejores de la historia de nuestro país.
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